¿Qué impacto tiene la Inteligencia Artificial en el periodismo? ¿Es posible usar la IA de acuerdo a la ética periodística? ¿Es la IA una herramienta útil contra la desinformación?
MyNews tuvo el placer de ofrecer una formación en torno a la Inteligencia Artificial y su aplicación en los medios de comunicación de la mano de la periodista Susana Pérez-Soler, especialista en periodismo digital y autora del libro ”Periodismo y redes sociales. Claves para la gestión de contenidos digitales”. Impartió una sesión en la que reflexionó sobre el uso de las herramientas de Inteligencia Artificial en el periodismo, la ética periodística y las oportunidades e incógnitas que se plantean en los medios de comunicación. Pudimos disfrutar de la formación en el Espacio Bulevar30, sobre el cielo de la Gran Vía de Madrid.
Susana Pérez nos hizo un recorrido por conceptos clave de la Inteligencia Artificial y su impacto en la comunicación actual:
+ Desafíos y oportunidades en el uso de la IA
+ Claves para implementar la IA en la estrategia de comunicación
+ Impacto en la figura del periodista: ética algorítmica
+ Herramientas y recursos útiles para el equipo de comunicación
«Cuanta más Inteligencia Artificial, más periodismo»
– Susana Pérez Soler, periodista y doctora en Comunicación
IA Débil vs IA Fuerte
La Inteligencia Artificial se define según la Comisión Europea como un conjunto de sistemas de software diseñados por humanos que actúan en la dimensión física o digital ante un objetivo complejo. Tienen la capacidad de percibir su entorno interpretando datos más o menos estructurados y de usar datos e información para razonar sobre el conocimiento.
De acuerdo con el gobierno español, “La inteligencia artificial (IA) es un campo de la informática que se enfoca en crear sistemas que puedan realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, el razonamiento y la percepción.”
La Inteligencia Artificial puede ser débil o fuerte según el uso que se le de y las capacidades que tenga la herramienta: La IA débil es un sistema orientado a resolver problemas concretos y delimitados, algo que las máquinas aprenden a hacer a través de patrones y tendencias repetitivas gracias a algoritmos que programamos los humanos. Como ejemplo de IA débil se podrían destacar los detectores de spam en los correos electrónicos, los asistentes virtuales o los sistemas de reconocimiento de voz. En cambio, entendemos como IA fuerte un sistema más complejo, que es capaz de abordar decisiones de forma “proactiva, deductiva y consciente”. Los sistemas de aprendizaje automático avanzado, que reconocen datos y pueden tomar decisiones autónomas, serían un ejemplo de IA fuerte, que aún está en desarrollo y expansión.
“Cuanto más Inteligencia Artificial, más periodismo”
La Inteligencia Artificial tiene un importante impacto en los medios de comunicación y en la tarea del periodista. Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) en su informe “Uso de inteligencia artificial y big data en empresas españolas”, ya señalaba que, en 2021, las empresas de información y comunicaciones eran ya las que más usaban la IA dentro del sector empresarial español. Forenses digitales, creadores de prompts, periodistas expertos en tecnología o editores de contenido generado por IA son ejemplos de puestos que ya están presente en muchas redacciones.
Retos y oportunidades de la Inteligencia Artificial en el periodismo
Numerosas herramientas de IA facilitan la generación de contenido, y es justamente en esta cuestión en la que se plantea la amenaza de la IA en las profesiones relacionadas con la comunicación: ¿Es una amenaza la IA para el periodismo? ¿Se eliminarán puestos de trabajo para dar paso a la generación de contenido a través de la IA?
Susana Pérez-Soler nos aportó una visión positivista de la Inteligencia Artificial en relación con el periodismo: “Cuanto más Inteligencia Artificial, más periodismo”. Durante la formación, Susana Pérez-Soler nos recordó las oportunidades que la Inteligencia Artificial como herramienta periodística nos puede aportar. Entre ellas encontramos:
+ Automatización de tareas
+ Rapidez analítica
+ Investigación rápida
+ Potenciación de SEO
+ Detección de noticias falsas
+ Impulso creativo
Aun así, hay que recordar que la rápida entrada de esta tecnología en las redacciones periodísticas supone diferentes retos y que los periodistas siempre son necesarios para dar sentido a la información y proporcionar un contexto completo a la audiencia. Garantizar la veracidad, la confianza y la transparencia en la autoría de contenidos son retos clave para el sector.
Ética algorítmica y ética periodística
La ética en el uso de la Inteligencia Artificial (IA) en el periodismo es fundamental para garantizar su beneficio para los lectores. Gabriela Ramos, Subdirectora General de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO, destaca la importancia de una «brújula ética» en este ámbito. Por lo tanto, es esencial que la IA se utilice para mejorar la comunicación periodística, siempre que contribuya positivamente a la calidad del producto y con el debido respeto por los derechos de autor. Sin embargo, esta utilización debe contar siempre con la aprobación humana final y ser transparente en su aplicación.
La orientación hacia el beneficio del lector implica no solo mejorar la calidad del producto periodístico, sino también optimizar la eficiencia de los procesos involucrados en su creación. Es importante destacar que esta mejora en la eficiencia no debe comprometer la transparencia en el uso de la IA ni descuidar el respeto por los derechos de autor.
La UNESCO, reconociendo la importancia de la ética en la IA, ha establecido la «Recomendación sobre la ética de la inteligencia artificial», una norma mundial adoptada por 193 Estados miembros. Esta recomendación se centra en proteger los derechos humanos y la dignidad en el uso de la IA. Además, líderes como Sam Altman, cofundador de OpenAI, resaltan la necesidad de regular la IA para garantizar que el público pueda acceder a sus beneficios de manera segura y ética.
«Es esencial regular la inteligencia artificial, y que esas normas garanticen que el público acceda a los muchos beneficios de esta tecnología»
– Sam Altman, cofundador de OpenIA.